CLEPTOMANÍA ¿QUÉ ES? CAUSAS, SÍNTOMAS, TRATAMIENTO

La cleptomanía es un trastorno del control de los impulsos (según la clasificación del DSM IV). Las personas afectadas por la cleptomanía cometen robos patológicos, la mayoría de las veces de artículos pequeños, bajo la influencia de un impulso incontrolable. La motivación para actuar no es el lucro, sino una necesidad muy fuerte de aliviar la tensión. La cleptomanía se considera una enfermedad crónica. Seguidamente te enseñare mas a fondo todo lo que debes saber sobre la Cleptomanía; sus causas, síntomas y tratamiento:

¿Qué es la cleptomanía?

Según la clasificación del DSM IV, la cleptomanía es un trastorno del control de los impulsos. Se considera una enfermedad crónica.

Criterios de cleptomanía:

  • El enfermo no puede resistir el impulso que lo obliga a robar cosas.
  • Se siente aliviado después del robo.
  • El robo no es el resultado de delirios y alucinaciones, ni es causado por la ira y la venganza.
  • La apropiación indebida de objetos no se debe a una actitud antisocial o a un síndrome maníaco.
  • La causa de la cleptomanía no es el lucro ni los problemas materiales.

Una persona que tiene síntomas de cleptomanía no es un ladrón. Si un psiquiatra diagnostica a un paciente con cleptomanía (entendida como un trastorno mental), está protegido por la ley y no incurre en sanciones penales por su actuación.

La mayoría de las veces, se apropian artículos que no tienen un alto valor de mercado. Sucede que las personas afectadas por la cleptomanía roban todo lo que pueden llevar y esconder, y después de salir de la tienda o del apartamento de otra persona, pueden tirar todos los artículos robados que se llevaron de ella.

El afán de lucro no es un incentivo para robar. Es sólo la necesidad de descargar el impulso. Las personas con cleptomanía saben que robar está mal y sienten remordimiento poco después del robo.

Causas de la cleptomanía

Las causas de la cleptomanía no se conocen exactamente. Hay más preguntas e hipótesis sobre esto que respuestas. Las investigaciones sobre la cleptomanía indican la coexistencia de otros trastornos:

  • Trastornos alimentarios (solo mujeres): 20-46%
  • Uso de estimulantes y adicción a ellos: 23-50%
  • Trastornos del estado de ánimo: 45-100%

Muchos psiquiatras sitúan la cleptomanía en el mismo grupo que las adicciones (el juego), otros en el grupo de los trastornos obsesivo-compulsivos (los pacientes actúan bajo la influencia de un impulso desenfrenado y no pueden librarse de pensar en el robo, sienten una fuerte excitación hasta que la tensión desaparece). liberado). También hay una hipótesis sobre los determinantes genéticos.

En la familia de las personas afectadas por la cleptomanía son habituales los problemas de autocontrol, el alcohol y los trastornos del estado de ánimo de otros miembros. Las mujeres son las más afectadas por la cleptomanía, pero los hombres también la padecen (a menudo después de haber experimentado un trauma). No hubo relación entre el estatus social y la frecuencia del trastorno. La enfermedad suele aparecer hacia el final de la adolescencia o principios de la edad adulta.

Se sabe que la aparición de la cleptomanía se ve favorecida por los fracasos en el trabajo y en la escuela y los problemas de la vida, Por ejemplo, Aneta, de 45 años, estaba casada y era madre de tres hijos. Los primeros síntomas de la cleptomanía aparecieron cuando Aneta tenía 20 años. Al mismo tiempo, sus padres se separaron. El padre de Aneta fue con otra mujer y su madre estaba muy molesta por eso. Inicialmente, los robos de artículos pequeños de las tiendas ocurrían cada pocas semana. Esta situación duró 22 años. En los últimos tres años, el número de robos cometidos por Aneta se ha incrementado a varias veces por semana. Al mismo tiempo, dos de sus hijos mayores se fueron de casa. La hija se casó y el hijo se fue a estudiar a otra ciudad. Aneta sigue robando: comercios, sus amigos y conocidos. En la mayoría de los casos, estos son artículos de bajo valor material. Los esconde en el garaje y los mete en varios casilleros de la casa.

Síntomas de la cleptomanía

Los síntomas de la cleptomanía incluyen:

  • La satisfacción sentida inmediatamente después de la apropiación de objetos
  • Niveles elevados de adrenalina, sensación de tensión al cometer un robo
  • Ansiedad y culpa, que surgen poco después de que la tensión en el robo comienza a disminuir
  • Sentirse impotente sobre el control de los impulsos y el miedo que lo acompaña de que los robos se repitan.

Tratamiento de la cleptomanía

Los pacientes con cleptomanía rara vez visitan a un especialista por su propia voluntad, porque se avergüenzan mucho del hecho de que están robando. Las personas afectadas por la cleptomanía juzgan su comportamiento como malo, pero están atrapadas en un círculo vicioso de demanda de adrenalina y necesidad de aliviar una tensión de la que no pueden salir. La mayoría de las veces se curan de otra cosa (ansiedad y depresión), tienen una baja calidad de vida, a veces pensamientos suicidas. Por lo general, reciben tratamiento para la cleptomanía cuando los atrapan robando.

El tratamiento de la cleptomanía es similar al de otros trastornos del trastorno del control de los impulsos. Las formas de tratar la cleptomanía incluyen:

  • Farmacoterapia
  • Terapia de conducta cognitiva
  • Terapia racional emotiva

La terapia cognitiva conductual consiste en desaprender a los pacientes de hábitos indeseables y reemplazarlos por otros socialmente deseables. La terapia emotiva racional se basa en cambiar los hábitos de pensamiento disfuncionales que los terapeutas creen que son la causa de los impulsos destructivos.

Las investigaciones sobre la cleptomanía muestran que las personas que la padecen tienen un patrón de comportamiento similar al de las personas que tienen una tendencia innata a la búsqueda de sensaciones intensas y un «apetito» por la adrenalina. Muy a menudo, esta tendencia aumenta como resultado de emociones negativas.

Pueden estar relacionados con la insatisfacción con uno mismo (por ejemplo, sentir que alguien más ha fallado) o por el rechazo de un ser querido, la no aceptación de otras personas y los sentimientos asociados de depresión, soledad e impotencia.

Es probable que estos estados negativos influyan en la necesidad de aumentar el riesgo. Tal carga emocional puede ser una forma de autolesión, castigo y autorechazo. Las personas que sienten que no tienen nada que perder y que inconscientemente provocan el cambio se balancean al borde del riesgo. Sin ayuda externa y una terapia adecuada, es muy difícil para ellos salir del círculo vicioso mental.

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