Meningitis todo sobre la enfermedad

La meningitis es una enfermedad inflamatoria que puede ser viral, bacteriana, fúngica, eosinofílica o traumática. Consulta los síntomas, los tratamientos y cómo prevenirla.

La meningitis es una enfermedad inflamatoria del sistema nervioso que puede afectar a personas de todas las edades, pero es más frecuente en niños, adolescentes y ancianos debido a los fallos del sistema inmunitario.

Además de ser muy contagiosa, progresa rápidamente y puede provocar la muerte si no se trata. Otras consecuencias son graves daños cognitivos, auditivos y mentales.

Para evitar que algo así ocurra en tu familia, en este artículo te traemos información muy importante sobre esta enfermedad.

Siga leyendo y descubra qué es la meningitis, qué tipos existen, los principales síntomas, cómo se hace el diagnóstico y las formas de prevención.

¿Qué es la meningitis?

La meningitis es una inflamación grave de las meninges, que son las membranas que recubren el cerebro y toda la médula espinal.

Cuando afecta a esta región, compromete el transporte de oxígeno a las demás células del cuerpo, poniendo en peligro el funcionamiento de todo el organismo.

Dado que se trata de una enfermedad que afecta a la región del cerebro y sus estructuras, es de suma importancia que el diagnóstico de esta enfermedad se realice lo antes posible.

La idea es que el tratamiento se inicie con prontitud, para evitar lesiones en este órgano que puedan provocar secuelas permanentes, o incluso evolucionar hasta la muerte del paciente.

En este sentido, cabe destacar que la meningitis puede evolucionar rápidamente, principalmente en niños y adolescentes, y provocar la pérdida de los sentidos, e incluso casos de gangrena en piernas, pies, brazos y manos.

¿Qué tipos de meningitis existen?

Existen cinco tipos de meningitis: vírica, bacteriana, fúngica, eosinofílica y traumática.

Meningitis vírica

La meningitis viral, es decir, causada por virus, suele ser el tipo más común de esta enfermedad. Causada principalmente por enterovirus, suele tener poco potencial de complicaciones.

Meningitis bacteriana

La meningitis bacteriana es la forma más grave de la enfermedad y, en consecuencia, la que provoca más complicaciones en el enfermo.

La bacteria que más causa este tipo es el meningococo, seguido del neumococo, el haemophilus y el mycobacterium tuberculosis.

Meningitis por hongos

La meningitis causada por hongos es la forma más rara de esta patología. En general, se asocia a otras enfermedades de base que suelen afectar gravemente a la inmunidad del paciente.

Este tipo de meningitis suele tener altas posibilidades de complicaciones y secuelas, sobre todo porque su tratamiento es difícil.

Meningitis eosinofílica

También bastante rara, la meningitis eosinofílica está causada por parásitos presentes en los alimentos. Surge cuando una persona se alimenta de carne animal contaminada por el parásito Angiostrongylus cantonensis.

Meningitis traumática

La meningitis traumática, como su nombre indica, es el resultado de un traumatismo, casi siempre en la cabeza.

Con el impacto y las consecuencias de la lesión, hay posibilidades de que el lesionado desarrolle una meningitis.

Pero, ¿qué causa la meningitis?

La meningitis se divide en varios tipos y la enfermedad puede estar causada por virus, bacterias y hongos.

Cuando estos organismos se alojan en las meninges, las membranas que rodean el cerebro, causan una inflamación que provoca graves complicaciones.

El tipo de enfermedad que afectó al nieto de Lula, la meningitis meningocócica, está causada por una bacteria llamada Neisseria meningitidis, también conocida como meningococo.

Los virus y bacterias que causan la enfermedad circulan en el aire y están en contacto con nuestro cuerpo todo el tiempo.

Pueden transmitirse fácilmente, por lo que hay que prestar atención a los ambientes cerrados y cargados, que favorecen la proliferación de estos organismos.

En las épocas de lluvia y frío hay que reforzar la prevención, porque la contaminación se produce a través de la respiración.

¿Y cuáles son los síntomas de este tipo de enfermedad?

La meningitis presenta varios síntomas en grados que pueden ser leves o incluso más fuertes, como

  • Dolor de cabeza
  • Sensibilidad a la luz
  • Rigidez en la nuca;
  • Fiebre
  • Náuseas
  • Vómitos.

Además, cada tipo tiene síntomas específicos. La meningitis viral se manifiesta con dolor intestinal y erupciones en la piel.

En la meningitis bacteriana es frecuente la aparición de manchas rojas. Cuando está causada por hongos, el individuo puede presentar irritabilidad, confusión mental e incluso coma.

¿Cómo se diagnostica la meningitis?

El diagnóstico de la meningitis se realiza a partir de las quejas, los signos y los síntomas del paciente.

Para confirmar la presencia de la patología, se suelen solicitar análisis de sangre, que ayudarán a identificar la causa de la enfermedad (que es el agente causante), y pruebas de imagen, como radiografías y TAC para detectar los focos de infección en el cuerpo.

¿Cuáles son los tratamientos para la meningitis?

Los tratamientos para la meningitis varían según las causas y los tipos.

La viral, por ejemplo, suele ser más leve y suele desaparecer por sí sola al cabo de unas semanas, por lo que el tratamiento es bastante sencillo. Descansar, beber agua y tomar medicamentos para el dolor son algunos de los métodos más comunes.

La meningitis causada por una bacteria requiere un tratamiento más fuerte y complejo. Los medicamentos utilizados son antibióticos y cortisona para reducir las posibles secuelas. También se administran por vía intravenosa.

En el caso del tipo fúngico, el tratamiento se realiza con fungicidas para reducir los efectos de las infecciones causadas por los hongos.

¿Es posible prevenir la meningitis?

Además de los cuidados básicos, como mantener limpias las manos y los objetos personales, beber agua con regularidad y llevar una dieta sana, la meningitis también puede prevenirse con vacunas.

1. Vacuna contra la meningitis C

Esta vacuna está indicada para la meningitis causada por el meningococo del serogrupo C, especialmente en las regiones donde se ha producido un brote de la enfermedad.

Las dosis se administran a los niños a los 3 meses, 5 meses y 1 año. También se administra a los adolescentes de entre 12 y 13 años.

2. Vacuna contra la meningitis B

También conocido como Bexsero, protege contra el meningococo B. Se administran tres dosis a los niños de entre 3 y 7 meses, a intervalos de 2 meses.

Cuando el niño tiene entre 12 y 15 meses, debe aplicarse el refuerzo.

Hasta los 10 años, se deben administrar dos dosis más, con un intervalo de 60 días entre cada una. Los adultos también pueden tomarla, y están indicadas dos dosis, con un intervalo de dos meses.

3. Vacuna antineumocócica

Está indicado para prevenir contra la bacteria Streptococcus pneumoniae, que, además de causar neumonía, es responsable de la meningitis neumocócica.

Esta vacuna se aplica en una sola dosis, en adultos y niños. Después de 5 años puede reforzarse si la persona tiene un sistema inmunitario debilitado.

4. Vacuna contra el Haemophilus influenza B

También indicada para la prevención de algunos resfriados, esta vacuna protege contra la meningitis causada por este tipo de virus.

En niños menores de 1 año, debe administrarse en tres dosis distintas, con intervalos de 2 meses entre cada una. Para los niños de 1 a 5 años, la dosis es única.

Y hablando de medios de prevención y tratamiento de enfermedades, el seguimiento de un especialista en este momento es esencial.

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