La hepatitis es una inflamación del hígado, que puede remitir espontáneamente o evolucionar hasta una enfermedad crónica. Cuando el hígado no consigue eliminar el virus, se queda en este órgano y va dañándolo poco a poco, pudiendo desarrollar una fibrosis (cicatrización), una cirrosis o un cáncer.
La hepatitis A y la E son producidas, generalmente, por la ingestión de agua o alimentos contaminados. Mientras que la hepatitis B, C y D pueden aparecer por el contacto con fluidos corporales infectados (sangre o contacto sexual), sustancias tóxicas o enfermedades autoinmunes.
La infección aguda puede hacer aparecer algunos síntomas, como un color amarillento en la piel y en los ojos (ictericia), orina oscura, fatiga, náuseas, vómitos y dolor abdominal. No obstante, en ocasiones no presenta ninguno.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 240 millones de personas padecen infección crónica por el virus de hepatitis B, pero únicamente el 5% de ellas saben que están infectadas.
La ciencia ha identificado cinco virus de la hepatitis, llamados tipo A, B, C, D y E.
Virus de la hepatitis A (VHA): se encuentra en las heces de personas infectadas y, generalmente, se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados y por prácticas sexuales. La mayoría de las personas se recuperan por completo y adquieren inmunidad contra infecciones futuras.Te recomendamos Todo sobre sofas
Virus de la hepatitis B (VHB): se contagia a través de la exposición a sangre, semen y otros líquidos corporales infecciosos. Una madre infectada también puede transmitir el virus a su criatura. Existe una vacuna segura y eficaz para prevenirla.
Virus de la hepatitis C ( VHC): se transmite casi siempre por exposición en sangre contaminada (transfusiones de sangre, inyecciones, instrumentos infectados) y transmisión sexual. A pesar de que no hay vacuna (es importante la prevención), el 90% de los casos se pueden curar con fármacos antivíricos.
Virus de la hepatitis D (VHD): solo se da entre personas infectadas por el VHB, debido a que la infección simultánea por ambos virus puede causar una afección más grave y tener un peor curso.
Virus de la hepatitis E (VHE): como el VHA, se transmite por el consumo de agua o alimentos contaminados. Es una causa común de brotes epidémicos de hepatitis. Se han obtenido vacunas seguras y eficaces para prevenir la infección, aunque no tiene una distribución amplia.
Las medidas higiénicas son clave para evitar el contagio de la hepatitis, ya sea A, B y C. Debemos tener en cuenta unas recomendaciones:
Además, para prevenirse de los tipos B y C:
Hepatitis: qué es, síntomas y tipos
La hepatitis es una inflamación del hígado, que puede remitir espontáneamente o evolucionar hasta una enfermedad crónica. Cuando el hígado no consigue el
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2025-01-21

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