Consecuencias psicológicas del COVID-19

 

 

 

Por el Dr. Pedro L. González, especialista en Medicina Preventiva y de Salud Pública y periodista científico

El 77,5% de las personas encuestadas señalaron que había aumentado en alguna medida su nivel de incertidumbre, y el 39,7% indicó que había experimentado un incremento alto. En segundo lugar, el 75,5% señaló que había aumentado su miedo a perder a un ser querido (35,1% indicó que había aumentado «mucho») y en tercero, aparecía la preocupación por padecer o contraer una enfermedad grave (coronavirus u otras), con un 67,9% de personas que informaron sentirse más preocupadas, y un 28,5% «mucho» más preocupadas.

El 52,8% de la muestra informó haber sufrido problemas de sueño. Respecto a las variables del espectro depresivo, los sentimientos pesimistas o de desesperanza, y soledad presentan un cambio porcentual a tener en cuenta.

 

Esta tendencia de cambio es mayor cuando consideramos a aquellos encuestados que tienen síntomas o han sido diagnosticados de la COVID-19, para aquellos que están pasando el confinamiento solos, en mujeres y conforme disminuye la edad, el nivel socioeconómico y la estabilidad laboral.

En general, los sentimientos de confianza y optimismo disminuyeron, siendo esta disminución mayor en mujeres, en las personas en las que ha empeorado la situación laboral y en los que han tenido sintomatología o diagnóstico de la COVID-19.

En los sentimientos de vitalidad y energía se observa también un empeoramiento para el total de la muestra, pero mayor en mujeres, conforme disminuye la edad, en los que no son grupo de riesgo (quizá mediado por la variable edad), en los que tienen síntomas con o sin diagnóstico por COVID-19, en función de la (peor) situación laboral, y en zonas más afectadas por la pandemia.

Se ha observado también un aumento de los sentimientos de irritabilidad y enfado, siendo este aumento ligeramente mayor en los grupos de menor edad, en las mujeres y en quienes tienen síntomas o diagnóstico de COVID-19.

En general, los cambios de comportamiento se dieron más en mujeres, y conforme disminuye la edad, aumenta el nivel socioeconómico y más entre quienes no tienen un perfil de riesgo y los que han tenido síntomas con o sin recibir un diagnóstico. Los principales hallazgos han sido:

 

La mayoría de nosotros podemos reinventarnos y recrear nuestra vida lo mejor posible durante la cuarentena. Tenemos la fortaleza para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, sin importar en la difícil situación en la que nos encontremos.

Además, podemos adquirir habilidades y capacitación para hacerlo aún mejor, como serían las siguientes:

La regla es que si al menos dos de esos cinco denominadores dejan de funcionar bien y abruptamente en tu persona, tienes que buscar ayuda porque puede ser que sufras de estrés tóxico.

La duración de la cuarentena o el grado de confinamiento depende de lo que las autoridades sanitarias estimen necesario, pero la forma en que vivimos estas imposiciones, si está bajo nuestro control. Lo mejor es seguir un plan de hábitos de vida adaptado a la situación tan especial que estamos viviendo.

Consecuencias psicológicas del COVID-19

Por el Dr. Pedro L. González, especialista en Medicina Preventiva y de Salud Pública y periodista científico

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2025-01-13

 

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